La UGOFE Línea Roca puso en marcha las obras de elevación de andenes en las estaciones Plaza Constitución, Claypole, D. Ardigó, Florencio Varela, Zeballos y Bosques con el objetivo de adaptar las estaciones a las necesidades de circulación de servicios diesel con puertas automatizadas de apertura lateral.El plan de elevación consiste en una serie de tareas a ejecutar progresivamente, tales como construcción de plataformas bajas provisorias; desplazamiento de zona de andenes de las plataformas actuales a las bajas provisorias; construcción de plataformas altas definitivas, desmontaje de plataformas bajas provisorias y ejecución de alargamiento de plataformas elevadas; construcción de locales técnicos y refugios en plataformas de Ardigó y Zeballos y colocación de nuevo tendido eléctricos e iluminación para las nuevas plataformas elevadas.
Las plataformas provisorias que se construirán se extenderán sobre terreno natural hacia el norte de las actuales, hasta alcanzar los ciento cincuenta metros de longitud.Su estructura estará conformada por andamios metálicos tubulares regulables en altura, plataformas transitables de madera y barandas metálicas de protección.Los andenes definitivos a construirse contarán con vigas de hormigón premoldeadas y losetas de hormigón pretensadas transitables. Las mismas tendrán sus correspondientes escaleras y rampas de acceso, cuya terminación superficial presentará solados adecuados a las normativas que amparan la circulación de personas con capacidades disminuidas.Una vez finalizada la construcción de los andenes definitivos se procederá a su alargamiento hasta alcanzar los doscientos siete metros con los que contarán definitivamente. Al mismo tiempo se procederá a colocar cercos de protección, escaleras y rampas de acceso.A posteriori se realizarán una serie de obras en la estación Bosques, entre las que se cuentan el montaje de puente peatonal, el montaje de cerramiento perimetral, la construcción de locales técnicos para personal operativo, la recuperación integral del edificio principal y la construcción de andén bajo para vía número cuatro.Tener estas estaciones con los andenes elevados permitirá dividir el servicio que presta el ramal en dos tramos: el primero unirá la estación Plaza Constitución por vía Berazategui con Bosques, con coches de piso bajo y el segundo circulará entre Plaza Constitución y Bosques por vía Temperley, con coches de piso elevado.
Fuente Cronica Ferroviaria
26 de junio de 2008
12 de junio de 2008
Mas material reparado por la UGOFE
Y los puestos siguen ahi
Los puestos de choripanes, sandwiches, panchos y chucherías -que venden desde carcazas de celulares, sopapas, enchufes y CDs vírgenes, hasta medias, películas viejas en VHS y pilas- siguen sobre los andenes, entorpeciendo la circulación de las 500.000 personas que todos los días usan la terminal de Constitución para unir el sur del Conurbano bonaerense con la Ciudad. La Secretaría de Transporte de la Nación había prometido que ayer, con dos meses de retraso, comenzaría a desalojar algunos de los casi 30 locales que ocupan un lugar que debería estar destinado sólo para el ascenso y descenso de pasajeros. Pero sólo sacaron uno, y hoy la mayoría de los puestos seguirán en el mismo lugar.
La encargada de llevar a cabo el operativo fue la UGOFE, la unidad de gestión de emergencia que administra la línea Roca y que está integrada por tres empresas: Metrovías, Ferrovías y Trenes de Buenos Aires. Pero ayer, con un fuerte operativo policial, y al cabo de todo el día sólo cerraron un Plaza Burguer, un puesto de venta de hamburguesas, pizzas y panchos. El personal de UGOFE que trabajó en el operativo le contó a Clarín: "éste es el primer paso. Las negociaciones son complicadas porque los puesteros tenían contratos con Metropolitano, la administradora anterior. La idea es que sólo queden 15 puestos". Según la Secretaría en toda la terminal hay alrededor de 80 locales, incluyendo los 30 que están en los andenes.
Pero ayer uno de los encargados de organizar la logística diaria en los puestos, Jorge Sadia, le aseguró a este diario que en total levantarán diez puestos: "Es lo que arreglamos con la gente de UGOFE. Acá hay muchas familias que dependen de estos puestos. Nosotros entendemos que en muchos casos impiden la circulación pero qué hacemos con la gente que se gana la vida en la estación", se preguntó. Sadia explicó que en cada puesto trabajan alrededor de 10 personas y que muchos están abiertos las 24 horas. Ahora los puestos más grandes tienen cuatro metros cuadrados: "Si hay que achicarlos, no tenemos problemas, pero queremos seguir trabajando", reclamó Sadia, vendedor en los trenes desde hace 38 años.
Los puestos, en medio de los andenes, son muy peligrosos. Por un lado porque impiden la circulación de la gente que sube y baja desde los trenes. Y porque serían un obstáculo si fuera necesaria una evacuación masiva del lugar. Constitución es la terminal con más pasajeros de la Ciudad y la única con puestos en los andenes.
Ayer a la tarde, cuando se desalojó el puesto de hamburguesas, el andén se llenó de curiosos que miraban cómo unos diez jóvenes desmontaron toda la estructura en cuestión de minutos: primero desconectaron las heladeras y un microondas y cargaron las bebidas y la comida sobre unas pequeñas zorras. Todo lo llevaron hasta el asentamiento conocido por la gente de la estación como "Villa Topo" (ver El eslabón...). Después colocaron cuatro zorras bajo del puesto y lo trasladaron, sin desarmar, desde el anden 4 hasta el 13, que está temporariamente en desuso por obras en los techos de la estacón. Y allí lo dejaron, con las persianas bajas.
Juan Avalos, que atiende un maxiquiosco en un andén, dijo que tenía miedo de quedarse sin trabajo: "Hubo muchos rumores durante toda la mañana, pero los encargados de los puestos nos dijeron que nos quedáramos en el molde, que todo iba a salir bien".
Aunque en la Secretaría de Transporte adelantaron que el proceso de reordenamiento demoraría unos 40 días, ayer en la estación la sensación estaba más cerca de una puesta en escena.
Nota publicada en el Diario Clarin
La encargada de llevar a cabo el operativo fue la UGOFE, la unidad de gestión de emergencia que administra la línea Roca y que está integrada por tres empresas: Metrovías, Ferrovías y Trenes de Buenos Aires. Pero ayer, con un fuerte operativo policial, y al cabo de todo el día sólo cerraron un Plaza Burguer, un puesto de venta de hamburguesas, pizzas y panchos. El personal de UGOFE que trabajó en el operativo le contó a Clarín: "éste es el primer paso. Las negociaciones son complicadas porque los puesteros tenían contratos con Metropolitano, la administradora anterior. La idea es que sólo queden 15 puestos". Según la Secretaría en toda la terminal hay alrededor de 80 locales, incluyendo los 30 que están en los andenes.
Pero ayer uno de los encargados de organizar la logística diaria en los puestos, Jorge Sadia, le aseguró a este diario que en total levantarán diez puestos: "Es lo que arreglamos con la gente de UGOFE. Acá hay muchas familias que dependen de estos puestos. Nosotros entendemos que en muchos casos impiden la circulación pero qué hacemos con la gente que se gana la vida en la estación", se preguntó. Sadia explicó que en cada puesto trabajan alrededor de 10 personas y que muchos están abiertos las 24 horas. Ahora los puestos más grandes tienen cuatro metros cuadrados: "Si hay que achicarlos, no tenemos problemas, pero queremos seguir trabajando", reclamó Sadia, vendedor en los trenes desde hace 38 años.
Los puestos, en medio de los andenes, son muy peligrosos. Por un lado porque impiden la circulación de la gente que sube y baja desde los trenes. Y porque serían un obstáculo si fuera necesaria una evacuación masiva del lugar. Constitución es la terminal con más pasajeros de la Ciudad y la única con puestos en los andenes.
Ayer a la tarde, cuando se desalojó el puesto de hamburguesas, el andén se llenó de curiosos que miraban cómo unos diez jóvenes desmontaron toda la estructura en cuestión de minutos: primero desconectaron las heladeras y un microondas y cargaron las bebidas y la comida sobre unas pequeñas zorras. Todo lo llevaron hasta el asentamiento conocido por la gente de la estación como "Villa Topo" (ver El eslabón...). Después colocaron cuatro zorras bajo del puesto y lo trasladaron, sin desarmar, desde el anden 4 hasta el 13, que está temporariamente en desuso por obras en los techos de la estacón. Y allí lo dejaron, con las persianas bajas.
Juan Avalos, que atiende un maxiquiosco en un andén, dijo que tenía miedo de quedarse sin trabajo: "Hubo muchos rumores durante toda la mañana, pero los encargados de los puestos nos dijeron que nos quedáramos en el molde, que todo iba a salir bien".
Aunque en la Secretaría de Transporte adelantaron que el proceso de reordenamiento demoraría unos 40 días, ayer en la estación la sensación estaba más cerca de una puesta en escena.
Nota publicada en el Diario Clarin
2 de abril de 2008
MALVINAS ARGENTINAS
28 de marzo de 2008
Queja del Usuario Jorge Errecalde
Escribo para descargar mi bronca por el pésimo estado de los trenes de la ex línea Roca,tanto los que corren con formaciones diesel a La Plata como los que corren para Mar del Plata siendo los vagones verdaderas letrinas ambulantes,rotosos ymal mantenidos.
La culpa no se la carguemos totalmente a la empresa,dado que parte de los usuarios producen voluntariamente destrucciones por vandalismo en los coches y estaciones,que de por sí ya están vetustas e inservibles.
Lejos está la época (unos 50 años) en que el servicio,aunque no ideal,era confiable y relativamente mas limpio y eficiente que en la actualidad,aún con los viejos vagones de madera.De Bs.As. a la Plata se podía llegar en unos 50 minutos en los rápidos,que incluían coche comedor.No había inseguridad,no porque faltaran ladrones sino porque había autoridad y control en las formaciones.No se veían pseudo miserables solicitando ayudas pecuniarias como ahora,ni menores explotados por hijos de mala madre que abusan de ellos a mas no poder.Los robos y atentados son cosa diaria y ya casi no son noticia.
Está todo tan podrido que creo,será imposible,aún en años,tener buenos servicios.Ello por la falta de educación de algunas personas y también por desidia de la empresa en poner cuidado permanente a bordo de las formaciones.Las leyes protegen al menor que roba,ya sea para sí o para terceros que lo explotan.debería comenzarse por la educación en escuelas primarias al respecto y modificar la ley,no para punir,sino para corregir al vándalo.
Si esto no se cumple,o cumpliéndolo bien no se obtienen resultados,temo que podrían retornar políticas desgraciadas que lleguen en determinados casos a extremos indeseables para toda comunidad civilizada.
Debería volverse al antigüo sistema de primera y segunda clase,como en los países normales de Europa o en EE.UU.´,lo que podría dar relativa seguridad y confort al pasajero,tal como en los trenes de larga distancia,aunque ,ya lo mencioné,en las formaciones a Mar del Plata los coches tampoco son la panacea dado el pésimo estado de los llamados pullman,con asientos rotos,mugrientos y con sus camareros casi ausentes de su función específica. Las vías,un desastre y el elemento tractor obsoleto. Ni que hablar de la clase primera o la turista.
Y estos gobernantes que el pueblo votó siguen insistiendo con el tren bala. Pero no tengo derecho a protestar sino aporto algunas ideas. Alli van:
Levantamiento de vías de corta y larga distancia con colocación de vías nuevas para velocidades y tonelajes acordes a la época actual. Estaciones totalmente remodeladas y limpias con vigilancia las 24 horas del día,al igual que en los trenes,para impedir el vandalismo. Si este se produjese,tolerancia cero pero aplicando las leyes en vigencia.Modificar las que hacen a la inimputabilidad del menor,ya que a los 10 años todo niño o niña sabe diferenciar el bien del mal,y si por desgracia lo ignora,reeducación en centros especializados para ello. En cuanto a los mayores,tolerancia cero aún para la menor infracción,aplicando la ley en vigencia,con mano justa.
La culpa no se la carguemos totalmente a la empresa,dado que parte de los usuarios producen voluntariamente destrucciones por vandalismo en los coches y estaciones,que de por sí ya están vetustas e inservibles.
Lejos está la época (unos 50 años) en que el servicio,aunque no ideal,era confiable y relativamente mas limpio y eficiente que en la actualidad,aún con los viejos vagones de madera.De Bs.As. a la Plata se podía llegar en unos 50 minutos en los rápidos,que incluían coche comedor.No había inseguridad,no porque faltaran ladrones sino porque había autoridad y control en las formaciones.No se veían pseudo miserables solicitando ayudas pecuniarias como ahora,ni menores explotados por hijos de mala madre que abusan de ellos a mas no poder.Los robos y atentados son cosa diaria y ya casi no son noticia.
Está todo tan podrido que creo,será imposible,aún en años,tener buenos servicios.Ello por la falta de educación de algunas personas y también por desidia de la empresa en poner cuidado permanente a bordo de las formaciones.Las leyes protegen al menor que roba,ya sea para sí o para terceros que lo explotan.debería comenzarse por la educación en escuelas primarias al respecto y modificar la ley,no para punir,sino para corregir al vándalo.
Si esto no se cumple,o cumpliéndolo bien no se obtienen resultados,temo que podrían retornar políticas desgraciadas que lleguen en determinados casos a extremos indeseables para toda comunidad civilizada.
Debería volverse al antigüo sistema de primera y segunda clase,como en los países normales de Europa o en EE.UU.´,lo que podría dar relativa seguridad y confort al pasajero,tal como en los trenes de larga distancia,aunque ,ya lo mencioné,en las formaciones a Mar del Plata los coches tampoco son la panacea dado el pésimo estado de los llamados pullman,con asientos rotos,mugrientos y con sus camareros casi ausentes de su función específica. Las vías,un desastre y el elemento tractor obsoleto. Ni que hablar de la clase primera o la turista.
Y estos gobernantes que el pueblo votó siguen insistiendo con el tren bala. Pero no tengo derecho a protestar sino aporto algunas ideas. Alli van:
Levantamiento de vías de corta y larga distancia con colocación de vías nuevas para velocidades y tonelajes acordes a la época actual. Estaciones totalmente remodeladas y limpias con vigilancia las 24 horas del día,al igual que en los trenes,para impedir el vandalismo. Si este se produjese,tolerancia cero pero aplicando las leyes en vigencia.Modificar las que hacen a la inimputabilidad del menor,ya que a los 10 años todo niño o niña sabe diferenciar el bien del mal,y si por desgracia lo ignora,reeducación en centros especializados para ello. En cuanto a los mayores,tolerancia cero aún para la menor infracción,aplicando la ley en vigencia,con mano justa.
Inseguridad en estaciones
Sin lugar a dudas, el servicio del ferrocarril Roca puede ser motivo de millones de críticas, pero ya resignados a recibir un servicio de segunda categoría, los usuarios piden, aunque sea, seguridad al bajar de los trenes. Según denuncian los vecinos, las zonas más críticas y donde estos problemas de constantes robos florecen se dan en la zona de las estaciones de Villa Domínico y Sarandí, espacios que parecen ser no muy bien custodiados.
En este marco, los usuarios señalan que “en la estación hay vigilancia privada, pero cuando uno sale de ella queda liberado a la suerte, porque la policía parece que no patrulla el lugar y en esos sitios se juntan asaltantes que todas las noches hacen temer por sus vidas a las personas que dependen del servicio ferroviario para volver a sus casas luego de la jornada de trabajo”.
De esta manera, los desprotegidos usuarios que utilizan a diario el ferrocarril Roca se ven atados de pies y manos, ya que en los andenes cuentan con servicio de seguridad y hasta a veces se ve la presencia de miembros de la Gendarmería Nacional que ayudan en la custodia de las formaciones y las estaciones, pero una vez fuera de ellas ya los efectivos no se hacen responsables de lo que pueda pasar y la exposición a los robos es una alarmante situación por la que viven los usuarios.
Villa Domínico
La estación de Villa Domínico está en un lugar complicado para los usuarios, ya que es una zona bastante alejada y por las noches muestra un paisaje de oscura desolación.
Según manifiestan los lugareños, “en la zona de la estación se producen robos a diario, debe ser uno de los puntos más díficiles de Domínico” y agregan que “los domingos cuando está la feria no pasa nada, pero durante la semana uno puede ser víctima de robos a cualquier hora del día, ya que no hay presencia policial en las calles y el espacio es óptimo para que uno pueda ser asaltado. Parece un lugar preparado especialmente para los ladrones”.
Sarandí
Por su parte, la estación de Sarandí tiene la particularidad de ser aérea, por lo que para acceder a ella hay que subir una larga escalera que por las noches genera temor a los vecinos.
De este modo los usuarios destacan que “en la plaza se esconden los asaltantes entre los árboles o abajo del puente. Mientras que en la estación por las noches es imposible intentar subir la escalera porque se juntan muchas personas con intención de delinquir”.
“Es un problema histórico del lugar, ya que nunca se han tomado las medidas de seguridad concernientes en el tema ni tampoco hay una iluminación óptima” señalan, y agregan que “en las zonas aledañas es lo mismo. No se puede andar tranquilo por Sarandí porque uno está expuesto a que los asaltantes hagan lo que quieran”.
El centro también sufre una ola de robos
Los vecinos de la zona céntrica de Avellaneda manifiestan su preocupación por la constante ola de robos que se viven en el círcuito comprendido entre la bajada del Puente Pueyrredón en los alrededores de la avenida Mitre y en el corredor entre Italia y Belgrano.
En este marco, los lugareños muestran su preocupación ya que en horas de la noche es imposible transitar a pie por las calles, ya que por la oscuridad de la zona y la falta de presencia policial en las calles la permanencia en las mismas como peatón se torna más que riesgosa.
De esta manera, los vecinos temen por lo que pueda llegar a suceder y que la situación se agrave más, ya que lo que hoy son robos en la vía pública pueden traducirse en ingresos a domicilios o actos mayores que pueden generar mayores complicaciones en la vida de los vecinos.
“Hay espacios muy oscuros donde la policía brilla por su ausencia, como en la bajada del puente, las inmediaciones del supermercado Carrefour, viejas fábricas abandonadas y lugares similares en los que uno no puede pasar porque sabe que está expuesto a ser víctima de un robo”.
Fuente: Diario El Sol de Quilmes
En este marco, los usuarios señalan que “en la estación hay vigilancia privada, pero cuando uno sale de ella queda liberado a la suerte, porque la policía parece que no patrulla el lugar y en esos sitios se juntan asaltantes que todas las noches hacen temer por sus vidas a las personas que dependen del servicio ferroviario para volver a sus casas luego de la jornada de trabajo”.
De esta manera, los desprotegidos usuarios que utilizan a diario el ferrocarril Roca se ven atados de pies y manos, ya que en los andenes cuentan con servicio de seguridad y hasta a veces se ve la presencia de miembros de la Gendarmería Nacional que ayudan en la custodia de las formaciones y las estaciones, pero una vez fuera de ellas ya los efectivos no se hacen responsables de lo que pueda pasar y la exposición a los robos es una alarmante situación por la que viven los usuarios.
Villa Domínico
La estación de Villa Domínico está en un lugar complicado para los usuarios, ya que es una zona bastante alejada y por las noches muestra un paisaje de oscura desolación.
Según manifiestan los lugareños, “en la zona de la estación se producen robos a diario, debe ser uno de los puntos más díficiles de Domínico” y agregan que “los domingos cuando está la feria no pasa nada, pero durante la semana uno puede ser víctima de robos a cualquier hora del día, ya que no hay presencia policial en las calles y el espacio es óptimo para que uno pueda ser asaltado. Parece un lugar preparado especialmente para los ladrones”.
Sarandí
Por su parte, la estación de Sarandí tiene la particularidad de ser aérea, por lo que para acceder a ella hay que subir una larga escalera que por las noches genera temor a los vecinos.
De este modo los usuarios destacan que “en la plaza se esconden los asaltantes entre los árboles o abajo del puente. Mientras que en la estación por las noches es imposible intentar subir la escalera porque se juntan muchas personas con intención de delinquir”.
“Es un problema histórico del lugar, ya que nunca se han tomado las medidas de seguridad concernientes en el tema ni tampoco hay una iluminación óptima” señalan, y agregan que “en las zonas aledañas es lo mismo. No se puede andar tranquilo por Sarandí porque uno está expuesto a que los asaltantes hagan lo que quieran”.
El centro también sufre una ola de robos
Los vecinos de la zona céntrica de Avellaneda manifiestan su preocupación por la constante ola de robos que se viven en el círcuito comprendido entre la bajada del Puente Pueyrredón en los alrededores de la avenida Mitre y en el corredor entre Italia y Belgrano.
En este marco, los lugareños muestran su preocupación ya que en horas de la noche es imposible transitar a pie por las calles, ya que por la oscuridad de la zona y la falta de presencia policial en las calles la permanencia en las mismas como peatón se torna más que riesgosa.
De esta manera, los vecinos temen por lo que pueda llegar a suceder y que la situación se agrave más, ya que lo que hoy son robos en la vía pública pueden traducirse en ingresos a domicilios o actos mayores que pueden generar mayores complicaciones en la vida de los vecinos.
“Hay espacios muy oscuros donde la policía brilla por su ausencia, como en la bajada del puente, las inmediaciones del supermercado Carrefour, viejas fábricas abandonadas y lugares similares en los que uno no puede pasar porque sabe que está expuesto a ser víctima de un robo”.
Fuente: Diario El Sol de Quilmes
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