28 de marzo de 2008

Queja del Usuario Jorge Errecalde

Escribo para descargar mi bronca por el pésimo estado de los trenes de la ex línea Roca,tanto los que corren con formaciones diesel a La Plata como los que corren para Mar del Plata siendo los vagones verdaderas letrinas ambulantes,rotosos ymal mantenidos.
La culpa no se la carguemos totalmente a la empresa,dado que parte de los usuarios producen voluntariamente destrucciones por vandalismo en los coches y estaciones,que de por sí ya están vetustas e inservibles.
Lejos está la época (unos 50 años) en que el servicio,aunque no ideal,era confiable y relativamente mas limpio y eficiente que en la actualidad,aún con los viejos vagones de madera.De Bs.As. a la Plata se podía llegar en unos 50 minutos en los rápidos,que incluían coche comedor.No había inseguridad,no porque faltaran ladrones sino porque había autoridad y control en las formaciones.No se veían pseudo miserables solicitando ayudas pecuniarias como ahora,ni menores explotados por hijos de mala madre que abusan de ellos a mas no poder.Los robos y atentados son cosa diaria y ya casi no son noticia.
Está todo tan podrido que creo,será imposible,aún en años,tener buenos servicios.Ello por la falta de educación de algunas personas y también por desidia de la empresa en poner cuidado permanente a bordo de las formaciones.Las leyes protegen al menor que roba,ya sea para sí o para terceros que lo explotan.debería comenzarse por la educación en escuelas primarias al respecto y modificar la ley,no para punir,sino para corregir al vándalo.
Si esto no se cumple,o cumpliéndolo bien no se obtienen resultados,temo que podrían retornar políticas desgraciadas que lleguen en determinados casos a extremos indeseables para toda comunidad civilizada.
Debería volverse al antigüo sistema de primera y segunda clase,como en los países normales de Europa o en EE.UU.´,lo que podría dar relativa seguridad y confort al pasajero,tal como en los trenes de larga distancia,aunque ,ya lo mencioné,en las formaciones a Mar del Plata los coches tampoco son la panacea dado el pésimo estado de los llamados pullman,con asientos rotos,mugrientos y con sus camareros casi ausentes de su función específica. Las vías,un desastre y el elemento tractor obsoleto. Ni que hablar de la clase primera o la turista.
Y estos gobernantes que el pueblo votó siguen insistiendo con el tren bala. Pero no tengo derecho a protestar sino aporto algunas ideas. Alli van:
Levantamiento de vías de corta y larga distancia con colocación de vías nuevas para velocidades y tonelajes acordes a la época actual. Estaciones totalmente remodeladas y limpias con vigilancia las 24 horas del día,al igual que en los trenes,para impedir el vandalismo. Si este se produjese,tolerancia cero pero aplicando las leyes en vigencia.Modificar las que hacen a la inimputabilidad del menor,ya que a los 10 años todo niño o niña sabe diferenciar el bien del mal,y si por desgracia lo ignora,reeducación en centros especializados para ello. En cuanto a los mayores,tolerancia cero aún para la menor infracción,aplicando la ley en vigencia,con mano justa.

Inseguridad en estaciones

Sin lugar a dudas, el servicio del ferrocarril Roca puede ser motivo de millones de críticas, pero ya resignados a recibir un servicio de segunda categoría, los usuarios piden, aunque sea, seguridad al bajar de los trenes. Según denuncian los vecinos, las zonas más críticas y donde estos problemas de constantes robos florecen se dan en la zona de las estaciones de Villa Domínico y Sarandí, espacios que parecen ser no muy bien custodiados.
En este marco, los usuarios señalan que “en la estación hay vigilancia privada, pero cuando uno sale de ella queda liberado a la suerte, porque la policía parece que no patrulla el lugar y en esos sitios se juntan asaltantes que todas las noches hacen temer por sus vidas a las personas que dependen del servicio ferroviario para volver a sus casas luego de la jornada de trabajo”.
De esta manera, los desprotegidos usuarios que utilizan a diario el ferrocarril Roca se ven atados de pies y manos, ya que en los andenes cuentan con servicio de seguridad y hasta a veces se ve la presencia de miembros de la Gendarmería Nacional que ayudan en la custodia de las formaciones y las estaciones, pero una vez fuera de ellas ya los efectivos no se hacen responsables de lo que pueda pasar y la exposición a los robos es una alarmante situación por la que viven los usuarios.
Villa Domínico
La estación de Villa Domínico está en un lugar complicado para los usuarios, ya que es una zona bastante alejada y por las noches muestra un paisaje de oscura desolación.
Según manifiestan los lugareños, “en la zona de la estación se producen robos a diario, debe ser uno de los puntos más díficiles de Domínico” y agregan que “los domingos cuando está la feria no pasa nada, pero durante la semana uno puede ser víctima de robos a cualquier hora del día, ya que no hay presencia policial en las calles y el espacio es óptimo para que uno pueda ser asaltado. Parece un lugar preparado especialmente para los ladrones”.
Sarandí
Por su parte, la estación de Sarandí tiene la particularidad de ser aérea, por lo que para acceder a ella hay que subir una larga escalera que por las noches genera temor a los vecinos.
De este modo los usuarios destacan que “en la plaza se esconden los asaltantes entre los árboles o abajo del puente. Mientras que en la estación por las noches es imposible intentar subir la escalera porque se juntan muchas personas con intención de delinquir”.
“Es un problema histórico del lugar, ya que nunca se han tomado las medidas de seguridad concernientes en el tema ni tampoco hay una iluminación óptima” señalan, y agregan que “en las zonas aledañas es lo mismo. No se puede andar tranquilo por Sarandí porque uno está expuesto a que los asaltantes hagan lo que quieran”.
El centro también sufre una ola de robos
Los vecinos de la zona céntrica de Avellaneda manifiestan su preocupación por la constante ola de robos que se viven en el círcuito comprendido entre la bajada del Puente Pueyrredón en los alrededores de la avenida Mitre y en el corredor entre Italia y Belgrano.
En este marco, los lugareños muestran su preocupación ya que en horas de la noche es imposible transitar a pie por las calles, ya que por la oscuridad de la zona y la falta de presencia policial en las calles la permanencia en las mismas como peatón se torna más que riesgosa.
De esta manera, los vecinos temen por lo que pueda llegar a suceder y que la situación se agrave más, ya que lo que hoy son robos en la vía pública pueden traducirse en ingresos a domicilios o actos mayores que pueden generar mayores complicaciones en la vida de los vecinos.
“Hay espacios muy oscuros donde la policía brilla por su ausencia, como en la bajada del puente, las inmediaciones del supermercado Carrefour, viejas fábricas abandonadas y lugares similares en los que uno no puede pasar porque sabe que está expuesto a ser víctima de un robo”.
Fuente: Diario El Sol de Quilmes